“Día a día convertidos en zombis, vamos llenando nuestra mente y nuestro cuerpo de basura” – Doris Martínez
Te cuento que la palabra zombis, tal como está escrita tiene el siguiente significado histórico:
“Según detallan desde el portal Live Science, la historia real de los zombis se remonta a un mito que data del Haití del siglo XVII y XVIII, cuando los esclavos africanos eran llevados allí para trabajar hasta la muerte en las plantaciones de azúcar.
Desde entonces y hasta ahora, la noción de zombi ha formado parte de la comunidad haitiana.
La creencia es que, a través de la magia o el veneno, un hechicero es capaz de hacer enfermar hasta la muerte a una persona a la que, tras ser enterrado por la familia, hace revivir.
Dicha persona queda sometida a la voluntad de quien le ha hecho volver a la vida.
Una idea que subyace en el folclore zombi es: la ausencia de voluntad propia del ‘muerto viviente’ ”.
Esta introducción, es para comentarte que al observar nuestro comportamiento actual, concluyo que la mayoría de las veces nos comportamos como zombis.
Cómo sociedad estamos perdiendo la voluntad propia, vivimos por ejemplo, aceptando retos virtuales, que no sabemos al final para que sirven.
El celular absorbe tanto la atención, que mientras hablamos con una persona real que tenemos al frente.
No estamos presentes, porque es más importante la más mínima noticia, real o falsa, publicada en las redes sociales.
También sucede con la forma como nos alimentamos, no tenemos idea lo que consumimos.
Pero es tan poco nuestro amor propio, que comemos pura basura.
No tenemos idea de lo que es nutrición.
Consumimos cantidades de paquetes, latas y botellas, de diferentes productos, llenos de colorantes, conservantes y preservativos.
Consumimos cantidades exageradas de grasas y harinas.
Alimentos basura, sin aportes de los nutrientes que el cuerpo necesita, como vitaminas y minerales, pero repletos de azúcar o sal.
Dañando de manera enfermiza la salud y convirtiendo a los niños de la casa, si los hay, en futuros obesos.
Exponiéndonos nosotros mismos a sufrir enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, colesterol y triglicéridos altos.
También observo a la juventud, llenando los pulmones de pura basura.
Fumando diferentes tipos de cigarros, vaporizadores, marihuana, entre otras, con la excusa que es una moda, que todos lo hacen.
Que los hace sentir cool, que los ayuda a escapar de la cruel realidad.
Dañando de manera deliberada y tristemente la garganta y los pulmones, convencidos que las consecuencias a largo plazo no existen.
Igual sucede con la música, observo como escuchamos, posteamos, compartimos y cantamos letras de canciones, pura basura.
Que dicen, entre otras cosas:
“Si antes yo era un hijueputa ahora soy peor
Ahora soy peor, ahora soy peor por ti”
“E-e-e-e-e-ella es callaíta’
Pero pa’l sexo es atrevida, yo sé
Marihuana y bebida
Gozándose la vida, como es”
Lo que es peor, nosotros lo hacemos y posteriormente, le decimos a los hijos que no lo hagan.
También es evidente que los jóvenes en la actualidad, han convertido el idioma en pura basura.
Escriben medias palabras, los signos de puntuación y la ortografía, al comunicarse o textear como se denomina ahora, han desaparecido.
La juventud no quiere estudiar, pero quiere el dinero fácil.
Consumen series, novelas e historias basura, en las que siguen paso a paso, la vida y obra de los grandes capos del narcotráfico.
Con el objetivo de aprender, como conseguir cantidades de dinero fácil, sin mayor esfuerzo, sin importar el daño que se pueda causar a los demás.
Termino este artículo, haciendo un llamado a cada uno, a reflexionar, sobre lo que estamos haciendo en la actualidad, como participes de la sociedad.
Sigo convencida, que cada uno es capaz de rescatar la luz y el amor que habita en nuestro interior.
Que somos responsables de la vida que cada día elegimos vivir y no podemos escaparnos de las consecuencias de nuestros actos.
Por lo tanto esta es una invitación a ser artífices del cambio positivo que como individuos y como sociedad necesitamos.
Es una invitación a rescatarnos como seres humanos, dejando conscientemente de ser zombis.
Antes de seguir tendencias y modas, despertemos el interés para entender por qué y para qué.
Es momento, como actores principales de cada una de nuestras historias, reflexionar, sobre toda la basura que hemos incluido en nuestras vidas.
Y por último, conversemos con los niños, escuchemos lo que tiene para decirnos.
Esto que describo, no lo estoy inventando yo, lo puedes verificar, si te detienes un momento a observar.
https://www.20minutos.es/noticia/2289276/0/origen/zombi/muertos-vivientes-historia/