“Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén. Tuki tuki tuki tú, Apúrate mi burrito. Vamos a ver a Jesús.”-  Canción de Marco Pastor Estelles

El mes de diciembre tiene un significado muy especial para mí, no solo porque es el mes en el que nací.

Es que diciembre tiene tantas connotaciones especiales, diferentes para cada ser humano.

Es el mes número doce (12), lo que lo convierte en un mes solemne, doce dicen las Sagradas Escrituras que fueron las tribus de Israel.

Doce campanadas sonaban en el reloj de la iglesia, anunciando la llegada de un nuevo año.

Porque para la cultura occidental de la que hago parte, también es el último mes del año.

Canciones alegres, luces, colores, sabores, se conjugan sin parar.

Igual sucede con los estados de ánimo, que van desde el júbilo a la depresión.

Hasta el día que me despida de esta tierra, seguirá teniendo para mí este mes, ese paradójico sabor a inicio y final.

Sin embargo te confieso que mi Espíritu Navideño surgió desde la niñez, cuándo ingenuamente me hacían creer que el niño Dios traía regalos la noche del 24 de diciembre.

El 25 amanecía con juguetes para estrenar, en esa época no entendía de engaños, ni de fechas por verificar, mentiras por descubrir, historias falsas, leyendas traídas de países del norte, o de diferencias en las religiones que existían.

Sólo fui creciendo con ese entusiasmo inexplicable, que me hacían sentir las destellantes luces navideñas en mi pecho, aún lo sigo sintiendo.

La ceremonia del día 8 del mes, en el que teníamos una cita ineludible: madrugar a prender velitas a la Inmaculada Concepción de María.

No era motivo de los análisis que se hacen hoy, qué porque ese día no recuerdo cuál Papa, dijo que había que hacerlo.

El motivo era de respeto, de aceptación y veneración de un misterio Divino, porque todo estaba enmarcado en celebrar el nacimiento de Jesús.

Diciembre me huele y sabe a natilla, a buñuelos, a galletas navideñas, a vino dulce de manzana, que hasta de adolescentes me dejaban tomar.

Es para mí, un símbolo de amor universal, porque sí o porque no, en las Sagradas Escrituras lo citan de esta manera:

Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda.”

Diciembre entonces traía consigo, la conmemoración del amor más grande, el amor expresado en un regalo para toda la humanidad.

Aquí está enmarcado mi Espíritu Navideño.

Mi mamá lo sabía bien, porque siendo yo pequeña recuerdo la preparación de nuestro viaje a Sincelejo, a pasar año nuevo con mi abuelita.

Desde inicios de noviembre, empezaba mi mamá con la lista de todos y cada uno de los familiares que vivían en mi tierra amada, y el regalo que iba a comprar, para llevar a cada uno.

Yo no entendía bien porqué esa obsesión con los regalos, pero era muy feliz acompañándola a mirar y elegir los detalles a llevar.

Recuerdo con emoción que la noche antes del viaje no dormía.

Luego viajar en esos buses llenos de todo tipo de bultos de comida, gallinas, pollos, cerdos y demás, con un calor insoportable, música a los oídos reventar, era toda una aventura.

Sonrío al recordar la alegría del viaje de ida y la tristeza con lágrimas del viaje de regreso.

Es este, uno de los muchos motivos por el que diciembre para mí, significó siempre, regalos.

La música es una belleza, al escucharla aún me siento vibrar.

Porque si las canciones relacionadas con el mes de diciembre, dan ganas de bailar, dan ganas de reír, dan ganas de llorar, dan ganas de cantar. Bendito diciembre.

Los villancicos que se utilizan para conmemorar el nacimiento de Jesús, son melodías sublimes.

Canciones de amor.

Cada villancico, es una experiencia musical más que religiosa. 

Son letras de amor, de adoración, de reconocimiento al Ser que sin fijar fecha en un calendario, vino al mundo a través de un milagro.

Cómo símbolo único y perenne del amor.

Escribo estas letras en un sitio lejano, ubicado en el norte del planeta, en el que el frío del invierno que se acerca, intenta congelar estos cálidos y bellos recuerdos.

Porque viví casi toda mi vida en una ciudad ubicada en el Ecuador, en la que el calor nos acompaña todo el año.

Diciembre venía acompañado de brisas, que bajaban la temperatura, levantaban las faldas de las damas descuidadas y alegraban el ambiente.

Hoy viviendo este mes en el frío del norte, comprendo cuánto imitamos lo que no conocemos, porque no nos detenemos a pensarlo.

Celebramos diciembre con un pino o árbol de navidad, añoramos conocer la nieve, compramos coronas con el fruto que sueltan los pinos. No somos conscientes de esto.

El verde y el rojo inundan la vista, vemos en el cine y en la tv historias de navidad creadas en sitios lejanos. Olvidamos la inocencia, la espontaneidad, el sentir propio.

Perdemos de vista, que todo este bullicio tiene como único objetivo, celebrar el amor. El Espíritu Navideño no existiría, pienso yo, si la certeza del amor de Dios probado en el regalo de la vida de su hijo, no existiera para nosotros.

Ese ambiente festivo de regalos, fue concebido para celebrar ese amor, el más grande regalo que ha recibido la humanidad.

Sin embargo, aún sigo escuchando a las personas que discuten entre sí, buscando en la historia, la fecha o el mes en el que verdaderamente nació Jesús.

Sonrío al pensar, que hasta hay personas para las que esta celebración, es un pecado, porque distorsiona nuestra idea de Dios. Respeto sus opiniones al respecto.

Yo sigo mientras viva, pensando “Ya llegó diciembre el mes lindo del año, donde la gente llora, ríe y grita, y a los niños les dan su regalo…”

Desde el fondo de mi ser, te deseo Feliz Navidad, celebremos el amor, como quiera que sea tu manera de vivirlo.

Haz el bien sin mirar a quien. 

Para finalizar, te dejo la letra de un villancico que me fascina:

El burrito sabanero

Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén
Si me ven, si me ven
Voy camino de Belén
Si me ven, si me ven
Voy camino de Belén

El lucerito mañanero ilumina mi sendero
El lucerito mañanero ilumina mi sendero
Si me ven, si me ven
Voy camino de Belén
Si me ven, si me ven
Voy camino de Belén

Con mi cuatrico voy cantando, mi burrito va trotando
Con mi cuatrico voy cantando, mi burrito va trotando
Si me ven, si me ven
Voy camino de Belén
Si me ven, si me ven
Voy camino de Belén

Tuki tuki tuki tuki
Tuki tuki tuki ta
Apúrate, mi burrito
Que ya vamos a llegar

Tuki tuki tuki tuki
Tuki tuki tuki tu
Apúrate mi burrito
Vamos a ver a Jesús.

https://www.letras.com/villancicos/1613730/


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