“Dímelo al oído, tan suave como la brisa, que sólo yo lo escuche y cuándo lo cuente, será una dulce melodía” –  Doris Martínez

Mientras pensaba en escribir estas notas, me decía a mí misma: Te estás metiendo en un lío (situación o asunto difícil de resolver).

Porque escribir sobre comunicación en el trabajo es delicado, dado que cada uno interpreta lo que escucha o lee, desde su propio mundo interior.

Aunque es claro para todos que cuándo nos comunicamos, siempre hay un emisor, un receptor y un canal.

En esta simple descripción no puedo dejar de lado, en el canal, la importancia que tiene el lenguaje que no se habla con palabras. 

El de los gestos, las miradas y el del tono de la voz.

Porque cuando le digo a uno de mis compañeros de trabajo: “cariño”.

Esta palabra que significa, afecto, aprecio al otro. Si va acompañada de una mirada feroz, y de un tono burlesco.

Inmediatamente, toma en mi compañero que la escucha, un significado completamente diferente.

Igual sucedería si el gerente al reunir a todos, para un llamado de atención por cualquier motivo que considere, al terminar nos dice: “son un gran equipo”, con un tono de voz lleno de ironía.

No importa, el motivo, el error, la situación, todos al mirarnos, nos consideraremos un pésimo equipo, o un buen equipo para cometer errores.

Es tanto el poder que tienen las entonaciones de las palabras y frases en la comunicación, que la famosa y conocida frase:

“El jefe que vayas a su oficina”.

Dependiendo del tono en que a uno se lo digan, y la mirada que le den.

Pone a uno con el corazón a mil, y las manos frías del susto, previendo el regaño o llamado de atención.

O Puede que uno, se sienta en las nebulosas y cante mentalmente tonadas de alegría, al saber que van a reconocer un logro o buen desempeño realizado.

También sucede con nuestros comportamientos, que tienen su propio lenguaje.

Porque nuestra expresión en la cara, comunica a los compañeros de trabajo, si estamos tristes, felices o enfermos.

Aún en los tiempos del covid, en el que hemos estado con casi toda la cara tapada, con los tapabocas, solo con la expresión de la mirada, podemos saber el estado de ánimo de un compañero.

Un lunes, el caminar lento, la mirada baja o distraída, nos comunica y hace pensar, que algo sucede a nuestro compañero de trabajo en su casa.

Mientras que una mirada que brilla, que sonríe porque se ocultan los ojos, un ágil andar, nos comunica que las cosas andan bien en su vida.

Otro tema, al que hay que poner atención en la comunicación en el trabajo, es el de los comentarios sueltos, que llegan a la persona como dardos, llenos de mala intención.

Con frases que se comentan así: 

“Dicen que te falta apellidos para ser gerente”, y mira hasta dónde has llegado.

“Decían que nunca ibas a vender ni un lápiz”, y mira cuánto vendes hoy.

 “No sabes ni leer bien y vas a aprender a usar un computador”

Frases como estas, dañan la autoestima de la persona a la que van dirigida, agrian las relaciones entre compañeros y hacen que el clima laboral se afecte negativamente.

Para finalizar quiero dejarte con un divertido ejemplo que narra J.R. Whitaker en su libro “Técnica de Comunicación Humana”, que describe lo que sucede, cuándo el mensaje que se transmite, se distorsiona completamente al comunicarnos:

EL ECLIPSE DE SOL

El Capitán dijo al Sargento – Ayudante:

Sargento, como mañana habrá un eclipse de sol, ordeno que toda la compañía esté formada, con uniforme de campaña, en el campo de instrucción, donde daré una explicación en torno a este raro fenómeno que no acontece todos los días. 

Si  por casualidad llueve, no podremos ver nada y, en tal caso, mantenga a la compañía dentro del cuartel.

El Sargento Ayudante dijo al Sargento de día:

Sargento, por orden del Capitán mañana habrá eclipse de sol en uniforme de campaña. 

Toda la compañía tendrá que estar formada en el campo de instrucción, donde el Capitán dará las explicaciones necesarias, cosa que no ocurre todos los días. Si llueve, el fenómeno será el mismo pero dentro del cuartel.

El Sargento de día dijo al Cabo:

Cabo, nuestro Capitán hará mañana un eclipse de sol en el campo de instrucción. 

Si llueve, cosa que no ocurre todos los días, no se podrá ver nada. 

En uniforme de campaña el capitán dará la explicación necesaria, dentro del cuartel.

Finalmente, el Cabo dijo a los Soldados:

Soldados, mañana para recibir el eclipse de sol que dará las explicaciones necesarias sobre nuestro Capitán, el fenómeno será en uniforme de instrucción. 

Eso, si llueve dentro del cuartel, hecho que no ocurre todos los días.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?