HISTORIA 1:
Te despiertas a media noche, vas al baño y de repente no sabes de dónde, vuela una cucaracha o cualquier otro insecto al que siempre has temido, ¡directo a ti!
No sabes ¡cómo! Pero corres despavorida a tu cuarto gritando, el corazón latiendo a mil por hora, temblor en las piernas, la boca seca, no respiras y estás al borde de las lágrimas.
Al entrar a la habitación tu hijo te abraza fuerte, y te dice tranquila mami, no pasa nada, ya me deshago de ese insecto.
HISTORIA 2:
Vas a tranquilamente a cruzar la calle y ¡de repente! sale un carro o moto a toda velocidad de un lugar inesperado y no sabes ni como, pero te toca hacer una movimiento ágil y rápido, para no ser atropellado.
Te sientas unos minutos en cuánto puedes, con el corazón queriendo salir de tu pecho, sudando a cántaros, te duele el estómago, no logras respirar y el cuerpo no te responde para seguir.
De pronto miras una mano que se extiende, al levantar la cabeza es tu novia, que te dice, tranquilo no pasa nada, te ayuda a levantar y te abraza cálidamente.
HISTORIA 3:
Estás en la cocina secando y guardando la vajilla, escuchas un ruido dentro del horno y vas a mirar, al abrir la puerta, unos ojitos brillantes te miran directamente, ¡un ratón!
El plato que tenías en la mano sale disparado por los aires, tiras la puerta del horno y gritas con todas tus fuerzas, te subes en la primera silla que encuentras, sin poder respirar y con un temblor en el cuerpo que no puedes controlar.
Tu esposo sale de su habitación, te toma de la mano te ayuda a bajar de la silla, te abraza y te dice, tranquila yo recojo el plato roto, busco y elimino al ratón de la casa.
En las tres historias se presentan situaciones similares, en las que el miedo o temor genera inicialmente una situación de estrés, enviando una señal de alerta al cuerpo, liberando adrenalina y cortisol.
Posteriormente, al recibir un cálido abrazo, se baja automáticamente el cortisol porque la comprensión y afecto del otro, el contacto físico que tranquiliza y calma, hace que en el cuerpo se libere oxitocina.
En los libros:
¨Como hacer que te pasen cosas buenas¨ y ¨Encuentra a tu perosna vitamina¨. La psiquiatra Marian Rojas Estapé, explica con mucha claridad los efectos nocivos del exceso de cortisol prolongado en el cuerpo, y la importancia de aprender a generar oxitocina para disminuirlo.
Dice en algunos apartes de los libros:
“El cortisol es la hormona del estrés:
Ante una señal de alerta o amenaza sucede lo siguiente:
El organismo se sobresalta y manda una señal al hipotálamo, que, a su vez, activan otras zonas cerebrales.
Comienza una respuesta involuntaria del organismo a través de señales hormonales y nerviosas —la mente a veces todavía no ha tomado conciencia del peligro— con la taquicardia, sudoración y subida de temperatura que todos hemos experimentado en algún momento.
Esta información pasa por el tálamo y por la corteza cerebral, donde se procesa de forma cognitiva la información recibida y se decide, en la medida en que la sensación de miedo lo permite, cómo responder ante la amenaza.
A continuación las glándulas suprarrenales, ubicadas encima de los riñones, tras recibir la señal del hipotálamo, liberan una serie de hormonas entre las que destacan la adrenalina y el cortisol.
El pico de cortisol que experimentamos tarda varias horas en desaparecer del todo y regresar en el cuerpo a un nivel normal.
Excepto y esto es muy importante. Cuando eres abrazado.
Está científicamente demostrado que un fuerte, comprensivo y cariñoso abrazo, baja un pico de cortisol en un momento dado.”
“El cortisol es una hormona muy importante para el organismo; lo perjudicial es el exceso del mismo.
El estrés fisiológico no es malo, es la respuesta natural que el organismo aviva ante una amenaza real o imaginaria, y resulta imprescindible para la supervivencia en momentos de peligro.
Pero el cuerpo y la mente no saben distinguir una amenaza real de una imaginaria, y el solo hecho de pensar o imaginar situaciones de amenaza desencadena el proceso descrito anteriormente.
Haciendo que el incremento del cortisol en la sangre se mantenga incesantemente.
El problema que se presenta en la actualidad, es que por las situaciones de incertidumbre, las dificultades económicas, las permanentes malas noticias, la percepción que la situación actual en el mundo es compleja.
Vivimos preocupados, estresados, angustiados, depresivos, con ansiedad y tristezas, con estados de alerta permanentes, sin darnos cuenta, mantenemos una liberación constante de cortisol.
En la actualidad, se ha detectado que la salud de la población en general, se ve afectada por todo tipo de inflamaciones (gastritis, colitis, fibromialgia) en el cuerpo, inclusive han detectado en estudios realizados, que también algunas depresiones provienen de inflamaciones en el cerebro. ”
Sin embargo. La naturaleza es perfecta, para contrarrestar el efecto dañino del exceso de cortisol en el cuerpo, produce:
La oxitocina.
“La oxitocina es la hormona natural de parto y la lactancia y es el signo bioquímico de la empatía.
Muchos estudios en la actualidad han determinado que el organismo la libera cuando nos comportamos con generosidad, altruismo, afecto y compasión hacia los demás.
La oxitocina tiene la capacidad de rebajar los niveles de estrés y ansiedad, fomentar sentimientos de alegría, ayudando a tener una actitud más positiva.”
La Dra. Marian Rojas ha denominado a las personas que son empáticas, capaces de escuchar sin juzgar, de ponerse en el lugar del otro, que regalan cariño y afecto.
Que alegran a los demás con su sola presencia, con su sonrisa y con su alegría:
Persona Vitamina.
La persona vitamina, es aquella capaz de hacerte sentir bien y ayudarte a disminuir sin que te des cuenta, los niveles de estrés.
Porque te alegra la vida con su afecto y cariño, no te juzga, te acepta tal y como eres.
Te escucha, comparte tiempo contigo, sabe ponerse en tu lugar.
Sabe comprenderte, su sola compañía transforma tu vida, te ayuda a renovar la esperanza, la ilusión.
Son expertas en transmitir amor, amistad, compañerismo, solidaridad, calor humano.
Este tipo de personas “vitamina”, sube la oxitocina, dándote sensación de bienestar y tranquilidad.
Ahora que tienes una idea de la importancia de la oxitocina para bajar el cortisol y disminuir el nivel de estrés.
Te comparto las recomendaciones de su libro, para liberar oxitocina, y hacer de este mundo, un sitio más amable, más amoroso:
- Tocar, porque es una de las mejores maneras, pasando por caricias y besos.
- Abrazar, porque los abrazos curan, reconfortan, generan paz y mejoran el estado de ánimo.
- Escuchar música y disfrutarla, bailarla si es el caso.
- Reir y hacer reír a la gente.
- Dar o recibir un masaje.
- Aprender y practicar la Meditación.
- Hacer oración.
- Aprende las técnicas para realizar mindfulnes.
- Estar en contacto con la naturaleza.
- Encuentra tu persona vitamina.
- Hacer ejercicio.”
El neuroeconomista Paul J. Zak, que ha realizado muchos estudios sobre el tema y ha publicado el libro La Molécula de la Felicidad (la oxitocina) recomienda como mínimo ocho (8) abrazos diarios, mínimo de 8 segundos.
Con el fin de disminuir la sensación de tristeza, angustia y depresión que sentimos por diferentes circunstancias a las que nos vemos enfrentados, en la cotidianidad del diario vivir.
La invitación es a disminuir el estrés, la preocupación, la ansiedad, la angustia, la tristeza con abrazos abundantes, diarios, permanentes, cálidos, duraderos.
Abrazos que te hagan sentir querido, apreciado, aceptado.
Te invito a hacer lo mismo, demuestra tu afecto: abraza a las personas que amas.
¡Los abrazos curan!
Un abrazo disminuye las tristezas del alma.
Para finalizar te comparto el siguiente cuento relacionado con el tema:
La fábrica de abrazos
En un lugar muy lejano, situado en el mismo fin y principio del mundo había un país de muchos colores, era el país de las emociones. Este país estaba habitado por unos duendes muy especiales que conocían y guardaban todas las emociones.
Estos duendes tenían una importante labor que cumplir, se encargaban de hacer que todas las personas tuviesen emociones.
En este país estaba la fábrica de los abrazos, esta fábrica se encargaba de dar forma a los abrazos, de ella salían abrazos de todas las formas y colores. Salían de la fábrica en forma de luces de colores y llegaban a las personas para que pudieran abrazarse. Así todos los niños y niñas recibían abrazos de sus papás y sus mamás; así todos los papás y las mamás recibían abrazos de sus hijos e hijas. Todos los amigos recibían sus abrazos y también los abuelos y las abuelas, los tíos y las tías, hasta las mascotas recibían sus abrazos.
Esta fábrica era muy importante porque hacía que todos tuvieran la emoción del amor y del cariño, porque hacía que todos pudiesen expresar su cariño y todos pudiesen recibirlo.
Hasta las personas llegaban los abrazos en forma de luces de colores, que luego entregaban a todos sus seres queridos.
Así eran felices, así amaban a los demás y eran amados por los demás.
Pero un día una terrible tormenta aconteció en el país de las emociones. Los truenos y relámpagos impactaron por todas partes.
Y uno de ellos golpeó la fábrica de los abrazos provocando un gran y devastador incendio. La fábrica de los abrazos quedó destruida e inutilizada. Las consecuencias fueron tremendas, los abrazos no llegaron a las personas y éstas se olvidaron de abrazar a sus seres queridos. Nadie daba abrazos, ni nadie los recibía tampoco. Y aunque parezca una tontería esto de los abrazos, sin abrazos nadie se sentía querido y parecía que tampoco quisieran a nadie.
Los duendes que habitaban el país de las emociones estaban muy, pero que muy preocupados, para reconstruir la fábrica necesitaban mucho tiempo, tardarían meses o tal vez un año y la situación era tan alarmante que no podían esperar más. Entonces decidieron convocar una reunión con las hadas que habitaban el valle de los pensamientos.
Estas hadas vivían en un valle cercano, el valle de los pensamientos. En su valle se encargaban de crear los pensamientos y enviárselos a las personas. Tal vez entre todos pudieran encontrar una solución y así ocurrió. Las hadas volaban hasta las personas cuando dormían y les susurraban al oído los pensamientos, que a lo largo del día siguiente pasaban por sus cabezas. Entre todos pensaron que tal vez las hadas del pensamiento podrían volar hasta las personas y entre los pensamientos que dejaban, dejar el pensamiento del amor y la idea de abrazar.
Durante varias noches, las hadas estuvieron cumpliendo la importante misión.
Parecía que no tenía resultados, pero fue a partir de la quinta noche, cuando observaron los primeros resultados.
El sexto día, al despertar algunas de las personas, amanecieron con una idea que nunca antes habían tenido, ya que antes los abrazos les llegaban en forma de luces, amanecieron con la idea de abrazar a aquellos que le rodeaban.
Poco a poco a lo largo de los demás días, todas las personas fueron dejando salir esa idea y volvieron a abrazarse.
Los duendes y las hadas quedaron muy sorprendidos cuando comprobaron que ahora se abrazaban más que antes y comprendieron que los pensamientos tienen un poder muy importante en las emociones, comprendieron que con la fábrica de abrazos solo podían mandar un número determinado de abrazos, pero si introducían el pensamiento del amor y la idea de los abrazos, las personas podían ser su propia fábrica de amor, capaz de generar abrazos.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
Fuentes:
http://bibliotecadigital.econ.uba.ar/download/filosofia/filosofia_v3_n1_09.pdf
https://educayaprende.com/cuento-infantil-la-fabrica-de-abrazos/