“En la universidad no me dijeron, que al ir a trabajar, los viernes se convertirían en el día más feliz de la semana” – Doris Martínez
Te cuento que he observado que la frase “que llegue el viernes” o “gracias a Dios es viernes”, es un deseo permanente en la actualidad laboral, de las mujeres.
Es motivo de chistes y memes permanentes, lo veo en las redes sociales y muy a menudo en los estados de whatsApp de muchas mujeres, principalmente los días lunes.
Esto lo analizo porque hago parte de una generación de transición, en la que las mujeres estudiamos, para conseguir posteriormente un trabajo fuera de la casa.
Esto nos llevó a compartir los gastos y responsabilidades con el marido, si llegábamos a conformar una familia.
En el aire quedó, ¿quién cría y se hace cargo de la educación de los hijos?
Sé que estás pensando que la pareja, pero lamento decirte que el varón, no tiene ni idea, lo que es la explosión hormonal que sucede en el cuerpo de una mujer al embarazarse.
Ni lo que significa, ese movimiento hormonal que sucede después del parto o cesárea, que trastorna nuestra vida completamente.
Mucho menos tiene idea, de lo que es amamantar.
Ni tratar de calmar un crío recién nacido, que la única manera que tiene de comunicarse es con alaridos, sin importar la hora del día o de la noche.
Por lo tanto las mujeres nos metimos en este cuento, que supera a ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, de ser esposas, amantes, tener y criar hijos, trabajando al mismo tiempo
Es nuestra responsabilidad la salud de los hijos, que aprendan a hablar, caminar, reciban las vacunas correspondientes, se alimenten adecuadamente, conozcan a Dios, entre otras tantas cosas del inicio de la crianza.
Luego se nos desgarra el alma cuándo los dejamos por primera vez en la escuela.
El resto del día, nos toca dejarlos al cuidado de madres, hermanas, tía, y en más complejas circunstancias, en manos de una extraña.
Al llegar la noche, es obligatorio para nosotras, llegar a hacer tareas escolares pendientes y revisar las que ya han hecho en el día.
Verificar uniformes limpios, útiles escolares en orden, organizar y preparar desayunos, meriendas, almuerzos y demás.
También velamos porque la casa esté en orden, y todo funcione bien.
Asistimos al marido, para que tenga la ropa y/o uniformes laborales limpios.
También hacemos mercado, estamos pendientes que siempre haya comida y elementos de aseo en términos generales.
Al caer la noche antes de dormir, hay que llegar a la cama, con ganas del más caliente y erótico momento. ¿Te ha pasado a ti?
Los lunes nos toca lidiar con el tráfico caótico, mantener el buen humor y con la sonrisa de oreja a oreja.
Llegar al sitio de trabajo con uñas y cabello bien arreglados, perfumadas, con los tacones bien puestos, para atender jefes, clientes, compañeros de trabajo y cumplir con nuestra jornada laboral.
Ir a trabajar los lunes, es un esfuerzo y hasta me dicen algunas amigas, que un sacrificio para sacar adelante la familia, económicamente hablando.
Es este uno de los motivos, por los que la llegada del viernes, se toma como motivo de celebración, para nosotras.
El fin de semana, es más que una necesidad, que no solo es para el descanso físico y mental.
También para hacer actividades que la ajetreada vida laboral diaria no permite, tanto en casa, como en cualquier sitio que brinde algo de diversión, o descanso.
La llegada del viernes se convierte en un oasis en el desierto.
El lunes es considerado uno de los peores días de la semana, según noticias en prensa, que he leído.
Comparto estas líneas porque lo he vivido.
Te pregunto, ¿te sientes identificado(a) conmigo?
Atrévete a compartir brevemente tu historia.
Te comparto las siguientes notas encontradas en internet relacionadas, con el amado día viernes:
- La mayoría de personas aman los viernes.
- El viernes es el día más feliz, según la Ciencia.
- No hay como el viernes, dicen.
- En encuestas realizadas a muchas personas.
- Las cifras demuestran que 44% de los encuestados son más felices y manifiestan tener un estado de ánimo más positivo los viernes.
A continuación las 5 razones por las que el viernes es el día más esperado, según encuestas realizadas:
- Es el último día de la semana, de la rutina laboral.
- Puedes salir a comer o a bailar, sin pensar en poner la alarma del despertador.
- Piensas en lo que quedó pendiente del trabajo, pero luego recuerdas que tienes dos días más de descanso, y respiras.
- El famoso “Hoy toca” hace de las suyas.
- Te reencuentras con la familia y amigos.