RESPIRA

Si te sientes preocupada, tensa, agobiada, con las lágrimas dispuestas a brotar a la menor provocación y angustiada ante las circunstancias que enfrentas en la vida en el momento presente:

RESPIRA.

Si no logras conciliar el sueño, tu mente parece que se ha subido a la montaña rusa, bajando estrepitosamente y no te permite descansar plácidamente:

RESPIRA.

Si te recriminas interiormente por los errores cometidos, te criticas negativamente usando palabras desagradables, acusándote y declarándote culpable, pensando que no tienes como remediar el error:

RESPIRA.

Esto me digo a menudo, porque en los últimos meses he tenido una lucha feroz con la realidad a la que me enfrento a diario, por las inmediatas consecuencias de las decisiones tomadas.
Esta capacidad de convertir la respiración, que es un acto involuntario en un acto consciente, puedo asegurar que salva el cuerpo de la tiranía de la mente.

Tomar la decisión de observar la respiración, sentir conscientemente el aire que entra por la nariz y percibir el aliento de vida, al tiempo que permites al cuerpo expulsar los desechos físicos y mentales.

Es un mecanismo que me ha ayudado a salvarme de mí misma.

Por eso a menudo en diferentes momentos del día y a veces también de la noche, me digo como si fuera un mantra:

RESPIRA.

Igual sucede ante los embates de la vida, cuando en tus relaciones con las demás personas, lo que observas, miras y escuchas, logra alterar tu tranquilidad mental:

RESPIRA.

Ante el tráfico atascado, la fila del supermercado lenta, el wifi que no funciona, el correo electrónico que hiciste se perdió y nunca llegó a su destino y el presupuesto de venta no cumplido:

RESPIRA.

Ante la orden que tuviste que seguir y que no era lo que quería hacer, los comentarios desaprobatorios, las malas y continuas noticias sobre el incremento de los índices de inseguridad generando miedo constante:

RESPIRA.

Este sensual encuentro conmigo misma mientras cierro los ojos e intento observar el aire que lentamente entra y sale de mi nariz, me ha servido de terapia para mantenerme tranquila.

Intentar controlar el pensamiento a través de la respiración, admito no es un proceso fácil ni rápido, pero puedo asegurar que, aunque sean contados los minutos que se logra, cambia la vida en el presente.

Respirar como proceso vital del que no somos conscientes, porque es del cuerpo una actividad involuntaria, nos mantiene conectados con la vida.

Comprender la importancia de la respiración y su implicación vital en el cuerpo, desde el cerebro hasta los dedos de los pies, requiere tiempo, dedicación y esfuerzo.

Como esta decisión puede impactar en el manejo de los pensamientos ha sido un salvavida para mí en los últimos tiempos.

Estoy fascinada con toda la información actual que hay respecto al tema en la ciencia.

Muchos científicos se han dedicado en los últimos 10 años a estudiar en laboratorios como influyen los procesos respiratorios, inhalar y exhalar por la nariz en el cerebro.

Afectando los procesos cognitivos relacionados con la memoria y también los procesos emocionales, en los que estructuras cerebrales como el hipocampo y la amígdala se ven fortalecidos.

Mi invitación hoy, por experiencias y vivencias, sin duda alguna a aprender técnicas de respiración, porque sin duda alguna la vida te cambia, sin duda alguna:

RESPIRA.

Respira para Calmar el Caos

La vida moderna puede ser un torbellino de actividad constante, lleno de demandas, presiones y desafíos que pueden generar estrés y ansiedad. En medio de este caos, la respiración consciente emerge como una poderosa herramienta para restaurar la calma interior y la serenidad mental.

 

Para finalizar te comparto la siguiente publicación sobre un tipo de respiración para calmar el estrés y la ansiedad.

Técnica de respiración de 5 segundos es la forma más rápida de reducir la ansiedad y el estrés

David Spiegel, profesor de la Escuela de Medicina de Stanford han publicado los resultados de su investigación sobre el suspiro cíclico y han explicado que es una manera gratuita, casera y fácil de reducir los niveles de ansiedad.
Solo necesitas conocer la técnica y cinco minutos libres para sentirte mejor.

¿Cómo se hace la técnica de suspiro cíclico?

La técnica es muy sencilla de ejecutar y puedes hacerla en cualquier parte. Toma aire por la nariz y llena tus pulmones.
Cuando estén cómodamente llenos, mantén el aire y toma una segunda respiración más profunda para expandir todo lo que puedas tus pulmones.
Una vez hecho esto, suelta el aire por la boca lentamente.
Repite esto un par de veces, aunque los expertos recomiendan realizar un ciclo de cinco minutos para maximizar los beneficios.
La exhalación activa el sistema nervioso parasimpático, lo que ralentiza el ritmo cardíaco y tiene un efecto calmante general en el cuerpo.

¿Qué puedes hacer cuando rendir al máximo requiere reducir tu nivel de estrés para sentirte más tranquilo y centrado en el momento?

Entra el suspiro fisiológico.
Reduzca instantáneamente los niveles de estrés
A veces denominado respiración cíclica, el suspiro fisiológico suele ser instintivo. Cuando se siente estresado, su frecuencia respiratoria generalmente aumenta y cada inhalación se vuelve menos profunda. (Piense en respiraciones rápidas y breves).
Cuando eso sucede, algunos de los alvéolos de los pulmones colapsan y los niveles de CO 2 en la sangre aumentan naturalmente. Los niveles más altos de CO 2 hacen que te sientas agitado o estresado. Por eso, respirar profundamente en situaciones estresantes suele resultar relajante.
Ahí es donde se duplica el suspiro fisiológico:
Inhale por la nariz, haga una pausa y luego realice una segunda inhalación corta. (Si no puede inhalar por la nariz por cualquier motivo, inhalar por la boca es casi igual de efectivo).
Exhale larga y lentamente por la boca.
La segunda inhalación es fundamental porque ayuda a Re inflar los sacos de aire colapsados y aumenta la superficie de los pulmones. El aumento de la superficie elimina el CO 2 de su cuerpo de manera más eficiente y le indica a su cerebro que reduzca su ritmo cardíaco.
Lo que te hace sentir más relajado.
Quizás sólo necesites un suspiro fisiológico. Quizás necesites dos.
RESPIRA.