«Una mujer libre es justo lo contrario a una mujer fácil.»  Simone de Beauvoir 

Hablemos de sexo, me digo a mi misma, y me quedo pensando, por donde comienzo, si de este tema no se habla con nadie.

De muy joven, nunca mi madre, me habló de sexo, y creo que si lee está líneas aún se escandaliza.

Hablemos de sexo, le digo a mi compañero de vida, y me queda mirando como si yo hubiera enloquecido.

Que es lo que sucede con esta palabra, que se menciona e inmediatamente después, lo que sigue es el silencio. 

Hablemos de sexo, le digo a mi hermana, y ella me contesta, no sé de qué me hablas.

Siempre bromeamos, mi hermana y yo, que sus hijos nacieron por debajo del brazo.

Hablemos de sexo, le digo a mi hija, arruga la cara y su gesto dice, ¿Qué te pasa, acaso te volviste loca?

Tema intocable, el del sexo, hablamos de cualquier cosa, el virus, la salud, la economía, la filosofía, la psicología, pero de sexo ni de riesgo, el tema se toca.

Hablemos de sexo, le digo a mis compañeras de trabajo, y el viento polar más frío existente nos arropa.

Todas mujeres, mayores de edad, con novios, esposos, compañeros, maridos, pero no podemos hablar de sexo, parece increíble pero aún el tema nos escandaliza.

Hablemos de sexo, no puedo llamar a decirles a mis tías, ni siquiera a mis primas, porque puede confundirse con una broma o una falta de respeto.

En las reuniones familiares, se habla de anécdotas, cuentos e historias, se comenta, sobre lo mujeriegos que son los hombres de la familia, pero nosotras las mujeres, no tenemos nada que ver con el sexo, de puro milagro ha crecido la familia.

Hablemos de sexo, es imposible conversar con otras mujeres, de fantasías sexuales, posturas preferidas, estimulación del clítoris, sensibilidad de la vagina, o cómo reaccionan los pezones a las caricias.

Hago parte de una generación, en la que para las mujeres, hablar de sexo, es una osadía, un atrevimiento. 

Hablemos de sexo, no quiero decir mentiras, admito que muchas veces mi mente inquieta, se pregunta si las mujeres que conozco, lo disfrutan, o solo es en sus vidas, un medio para alegrar al marido y tener hijos.

Pero si genera tanto placer tener sexo del bueno,  y está claro que, si no se tiene sexo, no se puede generar naturalmente vida, porque sigue siendo un tema tabú, un tema del que no se puede hablar, siempre me pregunto.

Hablemos de sexo, con los hijos, mirémoslos de frente, contémosle la historia de amor, que hizo que nuestros cuerpos, gracias a hormonas que no vemos, pero que biológica, sabia y naturalmente nuestros cuerpos activan, cuando llega el momento, a ellos les dimos vida.

Quitemos el velo que hace, que aún en la actualidad, hablar de sexo parezca algo prohibido, propongo decir a los niños que es normal, que en un momento de su desarrollo, en las mañanas van a tener erecciones; propongo decir a las niñas que es normal, que un momento de su desarrollo, la menstruación mes a mes, la verá llegar. Y cada uno sin saber cómo ni porque, se van a sentir atraídos por el sexo.

Hablemos de sexo, siempre me he preguntado, si la pornografía, es un negocio tan lucrativo para los que la filman y producen, porque solo la hacen para los hombres, quienes de manera permanente la consumen a escondida, pero públicamente, dicen que es algo negativo; mientras que a las mujeres nos dicen que es algo vulgar, que es pecado verla, que no debemos ni siquiera pensarlo.

Esta doble moral, ha permitido que el hombre tenga derecho a buscar mecanismos para excitarse, mientras que yo como mujer, simplemente siempre tengo que estar dispuesta, sin importar el momento, el cómo ni el cuándo. Permitiendo que la pornografía engañe, con súper hombres siempre listos y súper mujeres siempre dispuestas.

Hablemos de sexo, con confianza, sin tapujos, sin recato, sin miradas de reproches, y con la alegría que debería generar un tema, por todos compartido.

Cada día está más cerca, el momento en el que algo tan natural, tan importante en nuestras vidas, como es esa extraordinaria capacidad del cuerpo, para atraerse, para acercarse, sea visto como algo tan común y se pueda hablar con tanta naturalidad, como se habla del placer que genera jugar, comer o dormir.

Inventemos reuniones, en el que el tema del sexo, sea obligatorio, no importa el virus, no importa que usemos tapabocas, es momento creo yo, de hablar del sexo como algo bello, como la más pura poesía.

HIMNO A ISIS

Porque soy la primera y la última,

Yo soy la venerada y la despreciada,

Yo soy la prostituta y la santa,

Yo soy la esposa y la virgen,

Yo soy la madre y la hija,

Yo soy los brazos de mi madre,

Yo soy la estéril, y numerosos son mis hijos,

Yo soy la bien casada y la soltera,

Yo soy la que da a luz y la que jamás procreó,

Yo soy el consuelo de los dolores del parto,

Yo soy la esposa y el esposo,

Y fue mi hombre quien me creó,

Yo soy la madre de mi padre,

Soy la hermana de mi marido,

Y él es mi hijo rechazado.

Respetadme siempre, porque soy la escandalosa y la magnífica.

Siglo III o IV (¿?)

La diosa Isis es una diosa egipcia, hermana y esposa de Osiris. Representa la madre, la reina y la diosa de todos los dioses. 

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