El alma, es el espacio sideral en donde navegamos en cielos llenos de luces, buscando con las manos vacías.
El alma es una noche de luna, en la que somos una sinfonía desesperada, una ilusión que no se apaga.
El alma, es el remanso en donde las lágrimas ocultas de un niño inocente encuentran su mejor nido, para saciar sus desilusiones.
El alma, es el todo y a la vez la nada, que nos ayuda a recordar y olvidar lo que fuimos, lo que somos y lo que no volveremos ser.
El alma, alondras y gaviotas que existieron y siguen existiendo en los océanos vacíos de nuestras frágiles memorias.
El alma, conversión de una mujer que teje sueños con hilos de ilusiones y mucho romanticismo en su ser.
El alma, habitante de un cuerpo que lleva consigo una cruz de dolor, que lentamente lo desciende a los brazos de la tierra que lo vio nacer.
El alma, una esperanza de algo que no volverá, un sueño, una ilusión, una utopía real.
El alma, nido donde descansa el niño que nació y creció con las manos vacías.
El alma, ella, que sabiendo que la amo, impávida mira, calla, guarda silencio y vive como si nada.
El alma, es la condena de un hombre bueno y la prisión de una mujer con miedo.
El alma, es un ave que vuela, dejando aquel cuerpo triste, solitario y vacío.
Me duele el cuerpo, porque alma no tengo.
Un abrazo, sin brazos,
Un beso, sin labios.
Tú eres la prisión del alma mía.