“Porque siento en mi alma, que cuándo dices que quieres lo mejor para mí, sólo estás pensando en ti” – Doris Martínez

Nunca me has amado.

Crees que con repetir que me amas es suficiente.

No puedes leer mis pensamientos.

No sabes interpretar mis comportamientos.

Y dices que me amas.

Desear satisfacer tus deseos con mi cuerpo, no es suficiente.

Creer que anhelar una vida que no existió, es amarme.

Pensar que yo soy lo que tú anhelabas es amarme.

Lamento desilusionarte.

Nunca me has amado.

Sólo has pensado en tu beneficio.

“Te necesito a mi lado”, es sólo admitir que me crees indispensable.

Sin siquiera saber que hago para alimentar mi alma.

Por años que han transcurrido, sabiendo de mi existencia, dices amarme.

No me conoces, ¡cómo dices amarme!.

Nunca me has amado.

Creer que te necesito para seguir adelante, es admitir tu ignorancia.

El alma, cuándo no entiende del amor, es arrogante.

Solo amas tu conveniencia.

 Lo disfrazas con palabras, diciendo que deseas el bien para mí.

No pongas necesidades inexistentes en tus palabras.

No digas que sufres de manera indescriptible.

Cuándo cada uno de tus comportamientos.

Describe mejor lo que hay en tu alma.

Nunca me has amado.

Sostienes la mentira con tus deseos no vividos.

Dices amarme, cuándo tus actos demuestran lo contrario.

No conoces los deseos de mi cuerpo.

Ignoras los anhelos de mi alma.

Cómo puedes saber, lo que es bueno para mí.

Si lo que creo mi libertad, tú crees que te perjudica.

Si la libertad de mi alma, hace daño a tus deseos.

No existe remedio, para tu alma.

No hay remedio para la mía.

Te declaras enfermo del alma.

Acaso sabes lo que siente el alma mía.

No tienes idea de mis sufrimientos.

No tienes idea de lo que mi alma anhela.

Ni siquiera conoces el lenguaje de mi cuerpo.

Nunca me has amado.

Vamos

Seamos sinceros en nuestro fuero interno.

Utilizas mi nombre, para justificar tu comportamiento.

Te escudas en mí.

Para hacer sentir mejor a tu alma.

Que puedes saber de amor conmigo.

Si tus besos no llenan mis días.

Si el calor de tu piel no toca el alma mía.

Nunca me has amado.

Mi vida interior, es un misterio.

Inclusive para mí, en oportunidades.

Así es la vida.

No digas que me amas.

No hay forma que trates de entender mi alma.

Nunca me has amado.

Tu comportamiento lo ha demostrado.

Dices vivir como naufrago en alta mar.

Pero yo no hago parte de tus días.

Sólo vivo en tu imaginario.

Si para mí, amar es un verbo.

Que se conjuga con acciones concretas.

Sólo migajas hay de tu vida en la mía.

Por favor no digas que me amas.

Nunca me has amado.

Estás irrespetando el mandamiento más sagrado.

Amar va más allá del deseo sexual.

Amar es desear el bien del otro.

Amar es comprender las necesidades del otro.

Amar es aceptarlo con sus rarezas.

Nunca me has amado.

Amar es abrir la puerta a las aves.

Amar es dejar expresar su alma al otro.

Amar es entender que tú y yo.

No nos necesitamos.

Que sabes de mis sufrimientos.

Que sabes tú, si me duele el cuerpo.

Que sabes de mis necesidades.

Físicas, espirituales e intelectuales.

Nunca me has amado.

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