Despertaron mis ojos a las 4:15 am
Toque la madre tierra con mis pies descalzos,
Camine hacia la puerta que silenciosa me esperaba.
Me dejó pasar,
Presencié la mañana que llega,
entre las hojas de los árboles húmedos.
Las brisas ciegas siempre llegan
y entre los caminos se pierden,
un relámpago da señales de ligeras lluvias
que nunca llegan.
Tomo un sorbo de vientos frescos
y vuelves a mí.
Tu rostro fresco,
Tu mirada tierna,
Tú sonrisa permanente,
Tú voz,
me llama entre mis silencios.
Extiendo mi mano,
para intentar tocar tu rostro,
no hay nada,
me niego a mi propia realidad.

